Para que sirve la mielina
Nodos de Ranvier
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Las neuronas son las estructuras del sistema nervioso que nos permiten pensar, ver, oír, hablar, sentir, eliminar (intestino/vejiga) y movernos. Cada neurona está formada por un cuerpo celular y un axón (la prolongación del cuerpo celular que transporta los mensajes). La mayoría de los axones del sistema nervioso central están envueltos en mielina, una sustancia rica en lípidos (sustancias grasas) y proteínas. Al igual que el revestimiento que rodea un cable eléctrico, la mielina aísla y protege el axón y ayuda a acelerar la transmisión nerviosa.
La mielina está presente en el sistema nervioso central (SNC) y en el sistema nervioso periférico (SNP); sin embargo, la EM sólo afecta al sistema nervioso central. La mielina del SNC la producen unas células especiales llamadas oligodendrocitos. La mielina del SNP la producen las células de Schwann. Los dos tipos de mielina son químicamente diferentes, pero ambos cumplen la misma función: promover la transmisión eficiente de un impulso nervioso a lo largo del axón.
Los científicos han descubierto que el cuerpo cura algunas lesiones de forma natural estimulando a los oligodendrocitos de la zona -o reclutando oligodendrocitos jóvenes de zonas más alejadas- para que empiecen a fabricar nueva mielina en el lugar dañado. Sin embargo, este proceso de reparación natural es lento e incompleto. Los científicos están investigando diferentes estrategias para estimular la reparación de la mielina, incluyendo la prueba de los fármacos existentes, la búsqueda de formas de estimular a los oligodendrocitos para que produzcan mielina, y formas de proteger a los oligodendrocitos y a la mielina de nuevos daños.
Células de Schwann
Las vainas de mielina aceleran la propagación de los impulsos a lo largo de los axones de las neuronas sin necesidad de aumentar el diámetro de los mismos. Por lo tanto, la mielina (fabricada por los oligodendrocitos en el sistema nervioso central) permite la existencia de circuitos muy complejos pero compactos. Los procesos cognitivos, como el aprendizaje, requieren la plasticidad del sistema nervioso central a lo largo de la vida, y muchas investigaciones se han centrado en el papel de la plasticidad neuronal, en particular la sináptica, como medio para alterar la función del circuito. Cada vez hay más pruebas que sugieren que la mielina también puede desempeñar un papel en la plasticidad de los circuitos y que la mielina puede ser una estructura adaptable que podría alterarse para regular la experiencia y el aprendizaje. Sin embargo, la dinámica precisa de la mielinización a lo largo de la vida sigue sin estar clara: ¿la producción de nueva mielina requiere la diferenciación de nuevos oligodendrocitos, y/o puede la mielina existente remodelarse dinámicamente a lo largo del tiempo? Aquí revisamos las pruebas recientes tanto de la mielinización de novo como de la remodelación de la mielina a partir de estudios longitudinales pioneros de la dinámica de la mielina in vivo, y discutimos lo que queda por hacer para comprender plenamente cómo la regulación dinámica de la mielina afecta a la función del circuito a lo largo de la vida.
La vaina de mielina es producida por
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Si nota signos de madurez en su hijo preadolescente, como una mayor capacidad de razonamiento, puede agradecérselo a la mielinización. Este proceso tiene lugar cuando una sustancia llamada mielina, formada por lípidos grasos y proteínas, se acumula alrededor de las células nerviosas, o neuronas, en el cerebro. La mielina desempeña un papel esencial en la salud y el funcionamiento de las células nerviosas, el cerebro y el sistema nervioso. Esto es lo que hay que saber sobre el proceso de mielinización.
La mielinización en la corteza frontal del cerebro es una parte importante del proceso de maduración de los adolescentes. También es de vital importancia para el funcionamiento saludable del sistema nervioso central y se produce en el sistema nervioso periférico. Pero lleva muchos años, así que no se preocupe si su hijo preadolescente carece de control de los impulsos, organización y otros signos de mejora de la función cognitiva. Es perfectamente normal.
Describir la mielinización
La mielina es un material rico en lípidos que rodea los axones de las células nerviosas (los “cables” del sistema nervioso) para aislarlos y aumentar la velocidad de paso de los impulsos eléctricos (llamados potenciales de acción) a lo largo del axón[1] El axón mielinizado puede compararse con un cable eléctrico (el axón) con material aislante (mielina) alrededor. Sin embargo, a diferencia de la cubierta de plástico de un cable eléctrico, la mielina no forma una única vaina larga a lo largo de todo el axón. Más bien, la mielina envuelve el nervio en segmentos: en general, cada axón está revestido de múltiples secciones largas mielinizadas con breves espacios entre ellas, llamados nodos de Ranvier.
La mielina está formada en el sistema nervioso central (SNC; cerebro, médula espinal y nervio óptico) por células gliales llamadas oligodendrocitos y en el sistema nervioso periférico (SNP) por células gliales llamadas células de Schwann. En el SNC, los axones transportan las señales eléctricas de un cuerpo celular nervioso a otro. En el SNP, los axones transportan señales a los músculos y las glándulas o a los órganos sensoriales, como la piel. Cada vaina de mielina está formada por la envoltura concéntrica de una apófisis de oligodendrocitos (SNC) o de células de Schwann (SNP) (una extensión en forma de rama del cuerpo celular) alrededor del axón[2][3] La mielina reduce la capacitancia de la membrana axonal. A nivel molecular, en los entrenudos aumenta la distancia entre los iones extracelulares e intracelulares, reduciendo la acumulación de cargas.